Contamos con un grupo seleccionado de perros que nos ayudan en nuestro trabajo a través de dos cometidos principales.
De una parte, nos ayudan a evaluar correctamente los cierres del perro receptor de la terapia. De otra, gracias a su vocación de ayudar a otros perros y a que respetamos su libertad para elegir entre intervenir o no, proveen un entramado relacional que resulta esencial para dinamizar problemas enquistados y promover el normodesarrollo. Porque es a través de la relación que los perros aprenden la gestión emocional.
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